lunes, 21 de abril de 2014

Tú. Mi mejor versión.

Apareciste como la bruma invade el puerto,
casi sin hacer ruido, sin darme cuenta
envolviendo cada rincón que acabaría siendo eterno.

Floreciste entre mis notas con un olor nuevo
perfumando mi grisácea vida
haciendo que el color y las ganas brotaran incluso en enero.

Hiciste que tararease nuevas melodías,
que volvieran a surgir de mi las palabras
y a inundar con ellas todo aquello que veía.

Retorciste mis ganas
mientras, yo 
esperaba que fuera mi falda

Devoraste los rincones de mi mente,
desempolvaste mi alma
acorralaste los monstruos de enfrente.

Quemaste mis miedos
creaste nuevos
me diste alas para volar.

Juraste, y te quedaste.
Peleaste, lloraste, disfrutaste...
Compartiste.

Me enseñaste a dormir por las noches
ya fuera entre tus brazos
o abrazada por tus recuerdos.

También, 
a hacer sentir con las palabras
a saltar las barreras de la distancia
y a acariciarte si quería con solo pensarte.

 Dejaste de ser casa,
 pasaste a ser refugio
 te convertiste en hogar.

Bailé canciones nuevas
tararee aun miles más,
y sonreí todo el tiempo.

Por todo y más
por ser mi mejor versión,
mi mejor amigo. 
Felicidades.
Y que cumplas muchos más... Conmigo.

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